miércoles, 14 de agosto de 2024

𝑪ó𝒎𝒐 𝒑𝒐𝒅𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒕𝒓𝒂𝒕𝒂𝒓 𝒚 𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂𝒓 𝒂 𝒖𝒏 𝒄𝒍𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒆𝒙𝒊𝒈𝒆𝒏𝒕𝒆.


 

Cuando nos encontramos con este tipo de cliente se nos puede dificultar las tareas o el trabajo en general.

Cuando a uno le toca tratar con algún cliente con ciertas características, puede no resultar muy gratificante, pero esto no significa que no podamos empatizar con el mismo. Si por un momento pensamos que vender o comprar una propiedad es la transacción mas grande que puedan realizar en sus vidas; si por un momento nos ponemos a pensar que no es solo el dinero que se debe tener para comprar, sino que es el hogar que conlleva todas las necesidades y emociones que conlleva este tipo de decisiones, ni pensar si esta vendiendo que se debe luchar con los recuerdos. Debemos ser claros y específicos con los gustos de nuestros clientes como así de los disgustos que se pueda ocasionar por naturaleza, esto es beneficioso para que la relación durante el proceso sea buena. También debemos contemplar que los clientes se pueden empantanar en algún concepto que no sea posible obtener. Tenemos que pensar cómo lidiar con algunas cuestiones para que no se convierta en una pesadilla.

Siempre nos vamos a encontrar con alguna persona que nada la conforme, pero, en la mayoría los clientes tienen un criterio definido y en algunos casos puede que surja hasta algo irracional. Quizás algún enfoque puede a veces ser un poco frustrante, la exigencia por parte de nuestro cliente surge sobre la preocupación por encontrar el espacio que resume su visión. Recordemos que muchas veces nos topamos con experiencias pasadas, el impacto financiero que conlleva la operación, como así las preferencias personales. Pero esto lo podemos compensar con un trabajo mas refinado y personalizado, el cual nos permita manejarnos en los detalles sobre esos clientes exigentes.

Lo más importante que debemos tener en cuenta es el poder empatizar, para que aquello que consideremos quisquillosidad, solo sea el sentirse abrumado por la infinidad de las tareas a realizar, para ello debemos tener una buena estrategia para reducir la sensación de agobio del cliente.

Durante estos años de actividad me ha tocado trabajar con algunos clientes atípicos o exigentes, por lo que he aprendido a usar enfoques de alternativas duales, la idea es que si hay demasiadas opciones nos lleva que el cliente se paralice en la elección. Por esto es conveniente seleccionar opciones para que nos ayude a que el cliente a tomar una buena decisión. La clave está en saber cuáles son las opciones que debemos ofrecer. Para eso debemos tener en cuenta que el escuchar a nuestro cliente es fundamenta, como observar sus reacciones.

Ser equilibrado en el enfoque para darles las opciones, no dejando que se abrumen por demasía, al mismo tiempo esto nos permite usar mejor el tiempo.

Muchas veces en nuestra actividad nos encontramos negociando lo innegociable y esto normalmente se presenta cuando el cliente se aferra a cosas que no puede obtener, para ello lo mejor es encontrar soluciones creativas que puedan satisfacer sus necesidades básicas, aunque esas preferencias no coincidan con lo que nosotros creemos que es la mejor opción. Un ejemplo, podría ser que alguien quiera una piscina en un fondo de tres metros para pasar fin de semanas en familia y a su vez contar con plantas, en ese caso lo tendríamos que orientar con la instalación de una parrilla para que disfrute con la familia.

Todo depende de nosotros como expertos profesionales guiando con delicadeza para que no se mal interprete. Es importante que el cliente comprenda la capacidad de compra que tiene, principalmente cuando esta obsesionado con alguna preferencia personal que no seria la adecuada. Es necesario gestionar las expectativas dejando en claro que uno toma en serio sus necesidades. Lo mejor para esto no es tener siempre una negativa, sino, generar una pregunta al cliente “¿Qué pasaría si…? o si está considerando otras opciones.

Trabajar con este tipo de clientes podría ser mas complejo, pero a su vez uno puede genera una relación gratificante. Cuando el cliente siente que fue escuchado, has trabajado con él y comprende que lo tomamos en serio, definitivamente lo evaluara positivamente cuando llegue el momento de tomar una decisión, inclusive para recomendarnos.

EJEMPLOS DE 5 MANERAS EN LAS QUE UNO PUEDE AYUDAR A SU CLIENTE

1. Establezca expectativas claras desde el principio. Desde el principio, establezca una idea clara de lo que su cliente realmente quiere y lo que puede esperar de usted. Hacer hincapié en establecer expectativas claras desde el principio. "Crear un esquema claro de exactamente lo que quieren es el primer paso". "Hacer esto antes de salir a ver las casas puede reducir drásticamente la cantidad de casas que necesitarán ver".

2. Educar y orientar. Los clientes exigentes pueden necesitar más orientación que el comprador o vendedor promedio. Concéntrese en informarse sobre sus necesidades y ayudarlos a determinar qué deseos y necesidades son realistas para ellos. Con más información, los clientes pueden sentirse más seguros al tomar decisiones. Los clientes que se sienten escuchados suelen estar más abiertos a llegar a acuerdos. Reflexionar sobre sus necesidades demuestra su compromiso con sus objetivos.

3. Esté atento a las soluciones. Los compradores pueden perder el interés en una propiedad debido a algo que consideran un gran problema, aunque pueda ser una solución rápida o económica. Decir que es útil tener soluciones disponibles para ofrecer. "Me gusta tener varios contratistas con los que trabajo regularmente para que me ayuden a darme cifras aproximadas sobre cómo solucionar estas pequeñas reparaciones", dice.

4. Sé la calma en medio de la tormenta. Comprar o vender bienes raíces puede ser increíblemente estresante. Si mantienes la calma, incluso cuando las solicitudes del cliente te sacan de quicio, ganarás su confianza.

5. Controle el tiempo. Los clientes exigentes pueden requerir mucho tiempo. Los recorridos virtuales y los perfiles detallados de las propiedades pueden ahorrar tiempo y agilizar el proceso sin comprometer lo que desea su cliente. Además, establezca plazos realistas y consulte con regularidad para mantener el ritmo.

Daniel Sande