1- Autorresponsabilidad:
No culpo al mercado ni al marketing. Me enfoco en lo que puedo controlar:
Preparación, acciones y seguimiento.
2- Escucha
activa y conexión emocional: No trato de vender solamente, me importa
comprender al cliente/lead y que necesita, cuál es su estado de ánimo y
emocional.
3- Dominio
técnico: Conozco el producto que vendo, el mercado en el que estoy, tengo
un gran conocimiento de los procesos que debo seguir a la perfección.
4- Autodisciplina:
Aunque no tenga ganas hago prospección todos los días y anqué no vea resultados
inmediatos sigo los procesos a raja tablas.
5- Autoconfianza:
Confió en el conocimiento que tengo, mis capacidades para generar valor
agregado y la resolución de conflictos u inconvenientes que se presenten.
6- Autoconocimiento
profesional y comercial: Se cuales son mis fortalezas y las debilidades que
debo mejorar y en qué tipo de nicho de mercado disfruto más hacer las ventas.
7- Mentalidad
de impacto: Si comprendemos que las ventas es el servir, transformar y
mejorarle la vida del lead/cliente estamos logrando los objetivos y las metas
de todos.
En estos 45 años que llevo
trabajando con colaboradores y Corredores he percibido que los que tienen éxito
y cumplen sus metas, son los que están, si es que vale la metáfora, construidos
por dentro… ¿y qué significa esto? … Que tiene una base sólida y un alto
estándar en su desempeño.
Tiene una mentalidad clara de su
entorno, por ende, un buen autoconocimiento, una buena disciplina, confianza en
lo que está haciendo, una técnica adecuada en el hacer conociendo las
fortalezas que tiene y, por último, un alto estándar en lo que denominamos
responsabilidad.
Lo que debemos saber que esto se
construye con entrenamiento permanente y se va modelando a través del tiempo
mejorando los procesos. Lidera con inteligencia y a medida que avances toma
decisiones que te impulsen hacia los objetivos trazados, mejorando el plan a
medidas que avances.
Por: Daniel Sande